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Riba-roja arreplega 84 tones de roba usada en 2017 amb una finalitat social i ambiental

La reutilització i el reciclatge de la roba recuperada evita l'emissió de 266 tones de CO2

2 de Febrer de 2018


La recogida de ropa usada en Riba-roja de Túria durante el 2017 permitió reducir la emisión de CO2 a la atmósfera en 266 toneladas, un 13% más que en 2016. Según los datos aportados por las dos empresas encargadas de la recogida, los contenedores de ropa usada distribuidos por el municipio acumularon 83.992 kilos de residuo textil.

Los datos suponen un importante ahorro en emisión de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera gracias a las prácticas que se siguen en el proceso de recogida, selección y reutilización de las prendas destinadas a la posterior venta en las tiendas dispuestas al efecto con el objetivo de minimizar los efectos del cambio climático.

Las 84 toneladas recogidas en 2017 a través de los contenedores representan un ahorro de 266 toneladas de CO2 a la atmósfera. Además se recogieron 22.499 kilos de ropa en donaciones.

La reutilización y el reciclaje del textil contribuyen al ahorro de recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Reducen los residuos en los depósitos controlados y las plantes incineradoras, así como la emisión de gases de efecto invernadero. Cada kg de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2, según datos de la Comisión Europea.

“El nuevo modelo de economía, dirigido hacia una sociedad socialmente sostenible, va encaminado al reciclaje, con la recogida de ropa propiciamos el máximo aprovechamiento del residuo textil, dándole una segunda vida y favoreciendo un modelo de economía circular”, asegura el alcalde de Riba-roja, Robert Raga

Por otro lado, la gestión del residuo textil tiene dos grandes beneficios sociales: el primero es la generación de ocupación verde y la contribución a la economía social, puesto que fomenta la creación de puestos de trabajo inclusivos, estables y de calidad. El segundo es la aportación de recursos a proyectos de cooperación al desarrollo. Las empresas con las que colabora el Ayuntamiento trabajan en la formación de profesores de primaria en países como África, América Latina y Asia, el impulso de la agricultura sostenible fortaleciendo las capacidades de pequeños agricultores o los programas de lucha contra el VIH/SIDA, entre otras acciones de desarrollo.

Después de la orgánica, los envases y plásticos, el papel y el cartón, y el vidrio, el residuo textil es la quinta fracción que más generan los españoles y la que presenta el porcentaje de valorización más alto (por encima del 90%). Sin embargo, sólo una de cada 10 piezas que ya no queremos tiene una segunda vida; al resto no se le da un tratamiento apropiado cosa que imposibilita el reaprovechamiento. De aquí la importancia de concienciar a la ciudadanía de la necesidad de la recogida selectiva.

El compromiso del Ayuntamiento de Riba-roja se ha sustanciado a lo largo de estos últimos años de gestión en la compra de tres vehículos eléctricos para los departamentos de Servicios, Medio Ambiente y Urbanismo así como las diversas bicicletas adquiridas para la unidad ambiental de la policía local creada en esta legislatura, en una demostración por reducir la emisión de elementos contaminantes.  

Raga destaca "seguimos trabajando con el programa EcoRiba para la creación de riqueza, empleo y dinamización económica y social a través del medio ambiente, además nos hemos unido al Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía parar reducir las emisiones de CO2 en un 40% hasta el año 2030 y, formamos parte del Consejo de Gobierno de la Red Española de Ciudades para el Clima que nos permite poner en valor nuestra acción de gobierno en contacto con otras ciudades de España".