Ayuntamiento y Generalitat atenderán la demanda de solicitudes locales para la instalación de fotovoltaicas

En los últimos años, el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha apostado por el fomento en materia de ahorro y eficiencia energética. A las bonificaciones en el IBIU (Impuesto de Bienes Inmuebles urbanos) para aquellas viviendas con instalación de energía renovable para el autoconsumo, se sumó en 2021 una nueva línea de actuación, dirigida a la implantación de energías renovables en viviendas, a través de subvenciones para la instalación de energía solar.

Solo el pasado año, el Ayuntamiento recibió 90 solicitudes de ayudas, de las que se concedieron 31, por lo que en 2022 el consistorio tiene previsto ampliar de los 65.000 a los 100.000 euros. De esta forma, se prevé llegar a un mayor número de beneficiarios. La cantidad a subvencionar en cada proyecto será la correspondiente a 500 € por KW instalado con un límite de potencia de 3 KW. De este modo, la cantidad máxima subvencionable por solicitud será de 2.250 €.

Las ayudas locales serán complementarias a las que otorga la Generalitat Valenciana, de forma que las personas que no se beneficien de unas podrán hacerlo de las otras. En el caso de las ayudas autonómicas, las bonificaciones ascienden hasta los 600 euros por kilovatio y no tiene porque estar realizada la instalación, a diferencia de las locales, que sí deben estar instaladas.

A pesar del retraso en la respuesta a las solicitudes, el director general de Transición Ecológica de la GVA, Pedro Fresco, confirmó en la reunión mantenida con el alcalde de Riba-roja, Robert Raga y el concejal de Transición Ecológica, José Luis Ramos, que se responderán todas las solicitudes en las próximas semanas, a pesar de que haya finalizado el plazo de respuesta. Además confirmó, “se ha duplicado el dinero del Ministerio destinado a este tipo de ayudas de los 17,5 a los 33 millones de euros, por lo que esperamos cubrir un mayor número de solicitudes”.

Paralelamente, el consistorio concedió un total de 112.974 euros, entre 2018 y 2022, en bonificaciones económicas en el Impuesto de Bienes Inmuebles urbanos  (IBIU) para la instalación de placas fotovoltaicas en las viviendas particulares. Estas ayudas, para las que se han tramitado 268 expedientes, consisten en una bonificación de hasta el 50% en la cuota íntegra del IBIU, con un período máximo de tres años consecutivos y que tengan instalados sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía solar.

“Existe una importante demanda en el uso de energías renovables, como consecuencia del incremento de los precios de la electricidad, por lo que hemos ampliado la cantidad destinada a estas ayudas y seguiremos bonificando en el pago de impuestos a nuestros vecinos y vecinas”, asegura el alcalde de Riba-roja, Robert Raga. Estas iniciativas se enmarcan en el Plan Estratégico municipal dirigida a fomentar las energías renovables en las viviendas, una reducción de los combustibles derivados del petróleo
y, por tanto, facilitar una mayor autonomía eléctrica.

En este proceso para lograr la descarbonización y fomentar el autoconsumo eléctrico, el Ayuntamiento ya ha instalado placas fotovoltaicas en los edificios A y B del consistorio y en el Centro de Información Juvenil, con un total de 34 kilovatios y ha presentado un proyecto de eficiencia energética para la colocación de otros 130 kilovatios entre el Complejo Deportiva de la Mallà, en el Mercado Municipal, el Pabellón y la Casa de la Cultura.